La Economía David y Goliat
Foto de myBCN - Barcelona Expert sobre cuadro de Antoni Llena, bajo Licencia Creative Commons |
En el Nuevo Paradigma "Global" o "Digital" el consumidor está investido de un poder históricamente
nuevo: son numerosos los casos en los que redes sociales tales como Yelp y Foursquare
propulsan un negocio a un rotundo éxito o, en algunos casos, a la ruina[i].
Este poder del consumidor esboza, en principio, un modelo de economía David y Goliat.
Con la popularización de las redes
sociales, la difusión de la oferta y demanda de bienes es accesible con escasos
recursos. Asimismo, es inmediata –lo que implica que el “oportunismo” (en el
buen sentido de la palabra, esto es: la habilidad de acercar el bien demandado
en el momento más propicio) otorga una ventaja competitiva sin precedentes,
dando lugar a fenómenos tales como
los de Uber, donde una compañía inicialmente pequeña y con poca inversión llega
a poner en jaque a colosos de la industria.
He aquí algunas de las desventajas competitivas de los viejos
colosos:
- En general, han invertido grandes capitales y tienen una estructura costosa que mantener, lo que los lleva a minimizar riesgos y a mezquinar su know how, mientras que emprendedores creativos cuyo más importante goal es darse a conocer, reparten a manos llenas sus conocimientos.
- Se encuentran legalmente regulados, teniendo que lidiar con imposiciones fiscales y de otro tipo, mientras que aún el Derecho no alcanza a tipificar los negocios surgidos al amparo del nuevo paradigma digital y, por ende, muchos de los nuevos startups quedan de hecho (al menos transitoriamente) al margen de las regulaciones y libres de sus cargas (como en el caso de Airbnb, que al intermediar entre la oferta y demanda de hospedaje entre particulares ha desplazado de su posición de liderazgo a compañías de la hotelería tradicional.
El Telecommute: La proliferación del trabajo a distancia
En la actualidad se estima que hay en los Estados Unidos unos
30 millones de trabajadores independientes, y que dicha cifra se elevará a 40
millones hacia 2019[ii]. Es
de prever que dicho fenómeno se
expandirá globalmente en la medida que los productos tecnológicos sean de más
fácil adquisición en otros países. ¿Qué harán los Milenario (Millenials) en esta
nueva coyuntura? ¿Desarrollarán su creatividad y sorprenderán al mundo con un
impacto masivo sin precedentes? O, por el contrario ¿sucumbirán al peso de los
viejos colosos re-alineados, generando una hecatombe en el sistema de Seguridad
Social?.
Me aventuraría a decir que la respuesta a esta pregunta no se hará
esperar muchos años.
[i] Uno de estos casos es
relatado en mi artículo: Los Social-Netplots