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Seguramente ha oído ya hablar de la palabra crowdfunding, muy en boga entre los
analistas de finanzas. Sin embargo, existe mucha confusión entre los emprendedores
y comerciantes de habla hispana debido a la raigambre anglosajona de este
concepto. Veamos en detalle de qué se trata, y qué repercusiones tiene en el
mercado de toma y entrega de capitales.
¿Qué es crowdfunding?
La palabra “crowfunding” proviene del inglés crowd "multitud" y funding "financiación/ recaudación". Esta aclaración etimológica ya nos da
una idea de algunas características definitorias del crowfunding: la acción o
intención de recaudar dinero (ya sea en forma de donación o de préstamo) para
llevar a cabo emprendimientos comerciales, proyectos artístico, académicos,
obras de caridad u otros fines. Asimismo, la palabra “crowd” o “mancomunada”
señala que la financiación del proyecto no descansa en manos de un prestamista
individual, ni tampoco de un único fondo de inversión bancario, sino de una
multitud de pequeños inversores que simpatizan con el proyecto o inversores que
confían en la rentabilidad del emprendimiento y prevén recibir atractivas
ganancias.
Si bien el concepto de Crowdfunding es
relativamente nuevo, lo cierto es que la Financiación
Mancomunada existe desde los albores de la sociedad. Tal sería el caso, por
ejemplo, de una taberna cuya escasa rentabilidad pusiera en riesgo la
continuidad del negocio, pero que por ser un lugar privilegiado de encuentro
obtuviese una contribución de dinero masiva por parte de los habitantes del
pueblo. Se trata de la famosa “vaquita” en Argentina o “hacer la vaca” o “coperacha”
en Méjico en las que un grupo de personas aporta una suma de dinero para
comprar algo en común. La diferencia de la Financiación
Mancomunada con estas otras figuras folclóricas es que no siempre al final
de la contribución la propiedad o las acciones del emprendimiento son
compartidas como ocurre en el caso de la coperacha, sino que en muchos casos no
hay recompensa alguna, y en otros la recompensa es la devolución del capital
más un interés.
De cualquier manera, como ya hemos señalado, la
figura del crowdfunding es relativamente nueva, y se aparta de estos
antecesores financieros. Ello se debe a la difusión de la Internet que le ha
conferido a la Financiación Mancomunada una
naturaleza nueva y distinta. Con el acceso a la red de la información es posible
alcanzar a un número enorme de potenciales inversores a fin de entusiasmarlos
con el proyecto. Asimismo, posibilita la aparición de plataformas como Kickstarter y Indiegogo que conectan a aquéllas personas necesitadas
de financiación con los individuos deseosos de financiar, y controlan que el
proceso de financiación y recompensas se realice de acuerdo a políticas y reglas
claras.
Si bien la técnica de la Financiación Mancomunada ha logrado que el crédito sea más
accesible que nunca para los pequeños emprendedores, el número de start-ups
también ha crecido, por lo que el crowdfunding no es una garantía de éxito.
Sigue siendo de vital importancia que el proyecto sea presentado en forma
atractiva y que ofrezca ventajas competitivas respecto de los otros proyectos
publicitados en el mercado.
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